La Semana Santa es una de las fechas más esperadas por millones de personas. El olor a incienso, las torrijas o simplemente disfrutar de unos días libres son algunas de las razones. Pero, sin duda, lo que caracteriza a la Semana Santa en España, son las procesiones. Ya sea por tradición o por religión, para muchos, es uno de los momentos más importantes del año. A continuación, te presentamos las 10 procesiones más populares de España, donde se reúnen cada año miles de personas.
1. La Madrugá Sevillana, tradición y esencia de la Semana Santa en España
Sevilla es sin duda el lugar donde se vive con más devoción la Semana Santa. Miles de personas llenan sus calles cada año durante las procesiones de “La Madrugá”. La Virgen Esperanza Macarena y el Señor de Sevilla, El Gran Poder, son las imágenes más destacadas de las seis cofradías de la Madrugá. Estas hermandades cuentan con más de 11.000 personas en sus filas. El Viernes Santo, todos ellos, junto a los asistentes locales y los venidos de todas las partes del mundo, hacen que estas procesiones sean las más populares de España.
2. Procesión de Nuestra Señora de “Os Caladiños” en Ferrol
Cada año miles de personas viajan hasta Ferrol para ver su Semana Santa. Durante una semana, esta ciudad, ubicada en la provincia de A Coruña, multiplica por dos su población. La procesión de Nuestra Señora de “Os Caladiños” es la más famosa de todas, donde las imágenes de San Juan Evangelista y Santísima Virgen de los Dolores son las protagonistas. Cuando estas pasan por las calles de Ferrol, un absoluto e impresionante silencio se apodera de ellas.
3. La procesión de Las Turbas en Cuenca
Más de 25.000 nazarenos participan en la Semana Santa de Cuenca. Con más de 400 años de antigüedad, la procesión de Las Turbas es la más popular del lugar, donde cientos de personas chocan unos palillos junto al paso para impedir que avance, denominada “la palillá”, que se combinan con el resonar de los tambores y de los clarinetes caseros, conocidos como “la clariná”. Esta procesión está compuesta por cinco pasos y se celebra durante la madrugada del Viernes Santo. La Semana Santa de Cuenca ha sido declarada de interés turístico internacional.
4. Procesión de El Cristo de Mena en Málaga
El Cristo de Mena es la procesión con más sentimiento de Málaga. La imagen original fue tallada en 1660 por Pedro de Mena, pero hubo que hacerla de nuevo en el año 1941, ya que fue quemada a causa de unas revueltas contra la religión. Sorprende el tamaño del paso, más grande de lo habitual, que es portado por miembros de La Legión española, que está totalmente vinculado al Cristo de la Buena Muerte. Esta procesión se celebra durante el Jueves Santo, donde miles de personas se reúnen para ver a los legionarios portar la imagen.
5. Los Salzillos de Murcia
Hasta diez son los pasos que recorren las calles de Murcia durante la procesión de Los Salzillos. Durante la mañana del Viernes Santo, nueve hermandades sacan sus imágenes a las calles llenas de gente que esperan verlas. La otra restante, es portada por “Las promesas”, un conjunto de ciudadanos devotos, que es la que desfila primero. Todas las imágenes fueron talladas por el escultor murciano Francisco Salzillo Alcaraz durante el siglo XVIII. Uno de los momentos más espectaculares es cuando los pasos salen del templo, debido a la estrecha puerta del mismo.
6. Semana Santa en Alicante: la Diablesa de Orihuela
La procesión de la Diablesa de Orihuela es una de las más populares de la provincia de Alicante, pero también una de las más extrañas y polémicas. La imagen de esta procesión no corresponde con ningún santo, sino que es una extraña figura diabólica la que se pasea por las calles de Orihuela. A los pies de unos ángeles que portan unos martillos, está colocada la diablesa y un esqueleto humano, que están en torno a una bola del mundo. Esta escena se trata de una representación de la victoria de lo divino frente al pecado mortal y forma parte del paso “El triunfo de la Cruz”.
7. La Sagrada Pasión del Redentor en Valladolid
Las calles de Valladolid se transforman en museo viviente durante la tarde del Viernes Santo. La procesión de la Sagrada Pasión del Redentor acumula 33 pasos, en los que se recrean toda la Pasión de Cristo. 20 son las cofradías que participan en esta procesión, en las que se portan las mejores estatuas de la cultura castellana. Hace unos años, la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados instó al gobierno que la Semana Santa de Valladolid fuese llevada ante la Unesco para ser declarada como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.
8. Medinaceli, la Semana Santa en Madrid
Cada año durante el Viernes Santo se celebra en Madrid la procesión de Jesús de Medinaceli, donde se porta la imagen de El Cristo de Medinaceli, también conocido como el Señor de Madrid. Hasta 800.000 personas se concentran en las calles de Madrid para ver el paso. La autoría de la imagen es desconocida, aunque se sabe que pertenece a la escuela sevillana del taller de Juan de Mesa. El peso total del paso es de 3 toneladas y media y alcanza un total de 4 metros de altura. La imagen sale desde la catedral de Santa María la Real de la Almudena y finaliza en la basílica de Jesús de Medinaceli.
9. El Romper la hora de Calanda en Teruel
Durante los minutos previos, reina un absoluto silencio. Justo a las doce en punto, el estruendo de cientos de bombos y tambores lo rompen. Cada año, de esta forma, miles de aragoneses se reúnen la plaza de España de Calanda para celebrar este emocionante acto que rememora el fallecimiento de Jesucristo. El estruendo provocado por los tambores es la representación del sonido que se escuchó en la Tierra tras la muerte de este. Durante los últimos años ha crecido tanto esta tradición que se ha tenido que distribuir a los tamborileros y asistentes en diferentes plazas.
10. La procesión del Yacente en Zamora
Durante la noche del Jueves Santo, más concretamente a las 23 horas, la imagen de Jesús Yacente sale de la Iglesia románica de Santa María la Nueva, en Zamora. Esta, es acompañada por tres cruces de madera de gran tamaño que son portadas por los mayordomos y un hermano penitente. En las calles llenas de gente se guarda un absoluto silencio, que se rompe levemente por el sonar de las campanillas del viático y un leve golpeteo de unos hachones sobre el suelo. El momento cumbre de la procesión es el «canto del Miserere», cuando la imagen da vueltas alrededor de la plaza mientras 200 hermanos cantan un salmo en el centro de esta.