La isla de Tenerife está llena de contrastes en lo que se refiere al paisaje, con claras diferencias entre la zona norte y la zona sur. Santa Cruz de Tenerife, la capital, se presenta llena de encantos entre sus parques, plazas y playas, y es un punto de partida excelente para realizar diferentes excursiones y descubrir todas las maravillas de la isla. No puedes perderte las caprichosas formas del Parque Nacional del Teide, el espectáculo que suponen los acantilados de Los Gigantes, el atractivo turístico de Puerto de la Cruz, las playas de ensueño de Costa Adeje o el imponente Drago milenario en Icod de los Vinos, entre muchos otros sitios. Cualquiera de estos destinos están a aproximadamente una hora en coche o incluso menos desde Santa Cruz de Tenerife, con la oportunidad de contemplar el paisaje canario mientras conduces.
-
El Parque Nacional del Teide: un paraje surrealista
El claro protagonista del entorno natural tinerfeño se encuentra a poco más de 60 kilómetros de Santa Cruz de Tenerife. Con sus 3.718 metros de altura, el Teide se alza como el pico más alto de España y uno de los volcanes de mayor altitud de todo el mundo. Su presencia en los días claros se hace notar desde muchos puntos de la isla. Subir hasta el cielo de Tenerife puede estar al alcance de cualquiera gracias al teleférico. No puedes perderte este parque nacional, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, que parece sacado de otro planeta por la acción de la lava. Aquí los colores y la vegetación están en perfecta armonía, creando un lugar casi místico y lleno de posibilidades para los aficionados al senderismo.
-
Los acantilados de Los Gigantes: una experiencia majestuosa
Estar en presencia de las maravillas naturales que hay en Tenerife es algo abrumador, como ocurre cuando contemplas los acantilados de Los Gigantes. Se sitúan a unos 100 kilómetros de Santa Cruz, en la costa oeste y dentro del Parque Rural de Teno. Se trata de grandes paredes volcánicas formadas por la erosión, que alcanzan en algunos momentos los 600 metros de altura y se alzan sobre el mar. Hay varios senderos para admirar los acantilados, que también puedes disfrutar en todo su esplendor desde el mirador de Archipenque. Sin embargo, una de las mejores opciones es contemplar esta muralla volcánica desde el mar, con una excursión en barco una vez que llegues aquí.
-
Puerto de la Cruz: el rey de la zona norte
Si hablamos de turismo en la parte norte de la isla, hay que decir que todos los laureles se los lleva Puerto de la Cruz, por lo que es un lugar muy recomendado para hacer excursiones desde Santa Cruz de Tenerife. Muchos se han enamorado a lo largo de los años de esta ciudad, como el conocido caso de Agatha Christie. Los motivos por los que esta localidad resulta fascinante son muchos: el puerto pesquero, el complejo Lago Martiánez diseñado por César Manrique y sus piscinas naturales de agua de mar, la encantadora Plaza del Charco o el bello Jardín Botánico. No olvides visitar sus playas más preciadas, como es el caso de playa Jardín y su peculiar arena negra, con una amplia cantidad de servicios para los bañistas.
-
Costa Adeje: entre playas y espacios naturales
Desde Santa Cruz de Tenerife y siguiendo la TF-1 durante unos 70 kilómetros, llegarás hasta Costa Adeje, otro destino ideal para hacer excursiones de un día. Además de ser un paraíso en cuestión de playas, esta localidad situada en el sur de la isla posee un rico patrimonio histórico y entornos naturales tan impresionantes como el Barranco del Infierno. Aquí la oferta de restauración y alojamientos está a la orden del día, gracias a sus más de 20 kilómetros de costa. ¿Prefieres playas concurridas como El Duque o rincones más escondidos como Los Morteros? Encontrarás zonas de baño para todos los gustos, muchos de ellos idóneos para el submarinismo y el avistamiento de cetáceos. Además, la incomparable arena dorada de la playa de Las Américas limita con Costa Adeje.
-
Icod de los vinos: más allá del Drago
Si conduces por la TF-5 durante poco más de 50 kilómetros, te toparás con un pequeño pueblo en el norte de la isla: Icod de los Vinos. El principal reclamo de este lugar es que aquí se encuentra el archiconocido Drago milenario, el ejemplar más longevo que se conoce de esta especie de árbol. Con sus 18 metros de altura y un perímetro de 20 metros, tendrás que verlo para creerlo. Sin embargo, los atractivos de Icod de los Vinos también pasan por los estupendos caldos que aquí se cultivan o por monumentos como el convento de San Francisco. Si tienes tiempo entra en el Mariposario, que cuenta con más de 800 ejemplares de mariposas tropicales volando sobre tu cabeza.