Gracias a su estupenda ubicación, desde Oviedo podrás realizar varias excursiones para descubrir la exuberante naturaleza de Asturias y, en general, del norte de España. Además de visitar el centro neurálgico de Oviedo, no puedes irte del principado sin conocer los alrededores de su capital. Por eso, te proponemos cinco experiencias, muy accesibles en coche, que te permitirán conocer un poco más la región. Desde los famosos Lagos de Covadonga, los Picos de Europa y el conocido descenso del Sella, hasta los pequeños y encantadores pueblos de la costa. Así que, ya sabes, prepárate para vivir unos increíbles días por Asturias, ya que un recorrido por esta comunidad autónoma te enamorará.
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Lagos de Covadonga
Si hay un lugar imprescindible que todo viajero debería visitar en Asturias es el Santuario de Covadonga y sus lagos. A solo 70 kilómetros de Oviedo, conduciendo por la bonita carretera N-634, se encuentra el municipio de Cangas de Onís, con un pintoresco puente romano que merece la pena visitar. Desde allí solo tendrás que conducir unos 10 kilómetros para llegar hasta el Santuario de Covadonga, con una imperial basílica fusionada con la naturaleza, ya que cuenta también con una cueva que le ha convertido en uno de los puntos más turísticos de la zona. Tras esta experiencia puedes continuar otros 12 kilómetros para llegar a los Lagos de Covadonga, en el inicio del Parque Natural de los Picos de Europa. Sin duda alguna, esta es una de las excursiones más populares para hacer desde Oviedo.
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El descenso del Sella
Si te gustan los deportes acuáticos, seguro que habrás oído hablar del descenso del Sella, un recorrido por el río Sella en canoa, internacionalizado gracias a una prueba de máximo nivel. También se puede realizar de forma «amateur» desde el municipio de Ribadesella, situado a una hora en coche desde Oviedo. Aprovecha el viaje también para descubrir los encantos de este pueblo, como son su casco antiguo, su ermita o su paseo marítimo. Si aún tienes ganas puedes ver algunos otros puntos de interés cercanos como la playa de Gulpiyuri, a unos 15 kilómetros.
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Parque de Somiedo
La exuberancia de la naturaleza asturiana está bien representada en el Parque Natural de Somiedo, a unos 50 kilómetros al suroeste de Oviedo. Es otra de las excursiones esenciales para hacer desde Oviedo, puesto que es un lugar excelente para practicar senderismo y disfrutar de rutas fabulosas como la que conduce desde el pequeño pueblo de Valle del Lago hasta el Lago del Valle. Pola de Somiedo, el municipio más grande de esta zona es también una bonita parada en la que podrás descubrir la tradicional forma de vida de los habitantes de esta abrupta zona. Por cierto, también puedes reservar alguna actividad ecoturista como la observación de osos pardos, ya que este es el lugar con mayor población de estos animales en toda España.
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Ruta del Cares
En pleno corazón de los Picos de Europa, accesible desde el pueblo de Poncebos, se encuentra la famosa e imperial Ruta del Cares. Este camino es un espectáculo natural digno de ver, ya que recorre una enorme garganta, desfiladeros, riscos y puentes imposibles desde los que admirar la inmensidad de este lugar. Se encuentra a unos 100 kilómetros de Oviedo, aunque puedes llegar siguiendo la ruta interior por la carretera N-634 o bien tomar la autopista A-8 por la costa y luego desviarte a la AS-115. Si te gusta el montañismo puedes también hacer rutas hasta el conocido Naranjo de Bulnes.
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La costa asturiana
Desde Oviedo también puedes realizar diferentes excursiones al litoral de Asturias, el cual cuenta con más de 275 kilómetros de playas. Uno de los pueblos más encantadores es el de Llastres, situado a 60 kilómetros al noreste de Oviedo. Aquí, además de playas encontrarás una villa marinera construida sobre una ladera junto al mar que le ha permitido estar incluido en la lista de los pueblos más bonitos de España. Otra buena alternativa es dirigirte al noroeste, donde también a 60 kilómetros se encuentra Cudillero. Este pueblo es conocido por su puerto, por la bonita imagen que dejan las casas de colores construidas sobre las diferentes laderas y por su buena gastronomía.
